dimarts, 24 d’abril del 2018


VAMOS TEJIENDO

La tela de Penélope


Casi siempre nuestro referentes son las personalidades que destacan en el mundo. Personas fuertes, carismáticas, generosas. Igualmente nos fijamos en los hechos que sobresalen en la historia y que dejan su marca visible. Y nos hacen ser mejores.

De vez en cuando es bueno también mirar lo pequeño, lo que va creciendo despacio, al paso de la vida, como la semilla de mostaza. Y que también hace historia, la historia humana por donde pasa el Reino de Dios.

Hace 35 años participo en un grupo de mujeres de mi barrio de San Martí: La Tela de Penélope. Sencillamente se empezaron a reunir cuatro mujeres porque sentían necesidad de comunicarse sus experiencia. Poco a poco fueron viniendo otras y otras, y ahora somos cerca de 70 las que nos reunimos cada martes. Lo nuestro són debates, charlas, análisis de la realidad, taller de creciminiento, fiestas, poesía...Funcionamos con una estructura y un presupuesto mínimo. El Centro Cívico nos presta una de sus salas polivalentes.

¿De dónde venimos? Del cansancio y la monotonía de las tareas repetitivas de la casa (por eso nos llamamos así) y de muchas soledades cuando llegando a edades avanzadas, y las tareas de madre y esposa se han ido.

Aquí nos escuchamos. nos damos calor y amistad, nos abrimos a otras posibilidades de crecimiento y autoestima.

Lo mejor es cuando en las comunicaciones interpersonales se ve cómo las personas nos liberamos, manifestamos interés por crecer más y como se avanza en sentido de responsabilidad y nos vamos capacitando y aceptando cargos y tareas. Con proyección en el barrio y coordinadas con otros grupos.

Vida de grupo, grupos de barrio que van descubriendo el sentido de la vida. Ojalá se multipliquen esos grupos, verdaderos tejidos sociales!

Como dice este proverbio africano que nosotras solemos repetir:

Mucha gente pequeña
en muchos lugares pequeños hará cosas pequeñas
que transformarán el mundo


Mercedes
equipo St.Adrià