En recuerdo de la Tere Huguet
Emili Ferrando Puig
1.- Una trayectoria de entrega y
amor a la clase obrera, a la Iglesia y a la HOAC.
La madrugada del 18 de marzo de 2020
nos dejaba nuestra amiga Teresa Huguet a causa del coronavirus que en
estos momentos nos tiene a todo el mundo conmocionado. Lamentamos la
rapidez con que se ha ido y la soledad con que seguramente debió
vivir sus últimos días al no poder contar con la cercanía de sus
amigos y conocidos por causa de las restricciones de comunicación
impuestas.
Teresa nació en Barcelona el 1938.
Los estudios primarios los complementó con los estudios de
administrativa, cuya profesión ejerció en el sector de la sanidad,
trabajando en el Hospital de la Vall d’Hebron de la Seguridad
Social de Barcelona.
A principios de los 70 ingresó en la
HOAC formando equipo con Ramiro Pàmpols, Ortega, Justa y Cornet. En
una coyuntura de crisis de los movimientos obreros cristianos y de
toda la Acción Católica, de distanciamiento de la HOAC de Barcelona
con respecto a la HOAC general, y de intentos de conectar de nuevo
con la organización, formó parte de la “HOAC Comunidad” donde
se aglutinaron un resto de militantes hoacistas.
Entrados en los primeros años de la
transición democrática junto con otros militantes (Pilar Espuña,
Ramiro Pàmpols,…) se incorpora plenamente a la HOAC, formado parte
de su equipo base. Más tarde asume responsabilidades en la Comisión
Nacional de Catalunya y el 1991 es elegida para formar parte de la
Comisión Permanente de la HOAC, como responsable de Difusión. Se
traslada a Madrid durante cuatro años, pidiendo excedencia en su
trabajo.
A su regreso a Barcelona el 1994,
forma equipo con Tano Casacuberta y Tica Font pero, sin demasiada
conexión con la HOAC diocesana, el equipo se disuelve poco después.
El 2009 comunica por carta a la Comisión Diocesana que deja de ser
miembro de la HOAC y pide sea considerada como “simpatizante”. La
carta que adjuntamos refleja perfectamente su fe en Jesús, su amor a
la clase obrera y a la HOAC (*Documento adjunto).
Su compromiso con la Iglesia, además
de en la HOAC y la Pastoral Obrera, lo desarrolló en diversos
ámbitos: Desde un principio se incorpora activamente a “Las
Auxiliares Seglares Diocesanas” (“Les Au”), colectivo de
mujeres que quieren vivir intensamente un espiritualidad propia,
injertadas en ambientes obreros y populares y trabajando
especialmente en los sectores educativos y sociales. También forma
parte del Consell Diocesà de la Diòcesi de Barcelona, del Comité
Executiu del Centre d’Estudis Pastorals de Catalunya, y de la
Comunidad Cristiana de Sant Josep Obrer, que se reúne en la
parroquia del mismo nombre, situada en el barrio de la Trinitat Nova,
donde vive.
Su compromiso con
el mundo obrero lo llevó a cabo tanto en su barrio, donde fue
Presidenta de la Asociación de Vecinos, como en su lugar de trabajo
donde impulsó la lucha por los derechos de los y las trabajadoras de
la sanidad y por dinamizar su organización en aquellos inicios de la
transición. Se implicó en la reivindicación de un convenio justo
para el sector, participó activamente en la primera huelga del
sector de la sanidad que lograron extenderla al conjunto del Estado.
Viajaba a menudo a Madrid para potenciar los comités de empresa en
cada hospital y coordinar-los. En el momento de legalización de los
sindicatos se afilió a las Comisiones Obreras asignándole la tarea
de su extensión y organización por toda Catalunya. No obstante
también impulsó en los diferentes centros sanitarios la
presentación de los sindicatos que se acababan de legalizar para que
cada cual se afiliase al que consideraba más en consonancia con su
pensamiento. El espíritu democrático presidia sus actuaciones al
mismo tiempo que acentuaba la necesidad de formación militante, en
la que tanto la HOAC le había ayudado. También se implicó
políticamente en la recuperación de las libertades democráticas.
La publicación “Les Auxiliars
Seglars Diocesanes,un fet eclesial”, coordinada por Montserrat
Badia i Margarit y Mercè Sunyol i Esquirol, recoge el testimonio de
la propia Teresa en relación a su participación en la defensa de
los derechos de los y las trabajadoras de la sanidad.
La Teresa se mostró siempre como una
mujer moderna, feminista, autónoma e independiente, firme en la
defensa de sus ideas, acogedora, le gustaba la lectura, tenía pasión
por viajar y conocer el mundo. Hizo opción por vivir en un piso
pequeño de un barrio obrero, que ella procuraba tener siempre bien
ordenado y acogedor.
Poco después de dejar la HOAC la
Teresa estando sola en casa sufre un ictus. El hecho de tardar
cuatro días en encontrarla en el suelo de su piso sin capacidad para
moverse y pedir ayuda, impidió con toda probabilidad que se pudiera
recuperar plenamente quedando afectada su habla y la movilidad de una
parte de su cuerpo.
2.- Nuestros recuerdos de sus
últimos años como visitantes de la residencia “La Fosca”.
Para ayudar, tanto a los que la
conocieron como a los que no, a comprender cómo fueron los últimos
años de vida de la Teresa, podríamos dividir-los en tres etapas:
1ª.: Corresponde al tiempo -entre
dos y tres años- que estuvo ingresada en el hospital y haciendo
rehabilitación, siempre esperanzada en recuperarse completamente del
ictus sufrido. Pero la realidad fue que esta recuperación completa
no se produjo. La vuelta a casa y la reanudación de las actividades
cotidianas le hizo ver que necesitaba la ayuda de otra persona. Para
una persona como ella, siempre orgullosa de su autónoma, fue duro
aceptar la nueva situación de mayor fragilidad y dependencia. En
este período nuestras visitas para hablar con ella y darle ánimo
fueron esporádicas. Finalmente la Tere tomó la decisión de
ingresar en la residencia “La Fosca” del barrio. La residencia
formaba parte de su ambiente, conoce a la gente, algunos antiguos
militantes de la HOAC forman parte del grupo de voluntarios y
voluntarias de la residencia. No obstante abandonar su casa que
tanto quería fue para ella muy doloroso.
2ª.: Los primeros meses de su
estancia en la residencia no fueron fáciles. La realidad era que no
se sentía bien. Acostumbrada a una vida independiente y de mucha
actividad, las nuevas circunstancias hacen que su carácter se vuelva
un tanto agrio, apenas sonríe, protesta por casi todo. Su estado
físico y anímico decae, le cuesta comunicarse y entra en una
profunda depresión. Cuando vi cómo se iba degradando su situación
personal decidí ocuparme más de ella. ¿Cómo podíamos dejar
abandonada una compañera que tanto había hecho por la clase obrera
y la HOAC en su época de plenitud de fuerzas? Durante una temporada
fui a verla prácticamente a diario porque apenas hablaba y comía.
Rechazaba la comida, parecía que deseaba morir. Yo estaba cabreado,
desesperado, no sabía qué hacer, ni qué comida llevarle para que
le entrara el apetito. Llegó un momento que creía que aquello era
verdaderamente el final.
Pero poco a poco -como si fuese un
pequeño milagro- se fue rehaciendo, a pesar de las embolias que de
vez en cuando la embestían y frenaban su recuperación. ¡Qué
alegría ver cómo a veces las personas vuelven a la vida!
3ª.: La Tere no sólo se fue
recuperando físicamente sino también en su espíritu. ¿Cómo fue
posible este cambio? La Paqui y yo -que juntos la visitábamos-,
creemos que fue porque aprendió a aceptar su situación y sus
limitaciones. Su talante cambió por completo: empezó a sonreir, a
preguntar e interesarse por los demás, a saludar a la gente, a
ayudar a los compañeros y compañeras de la planta cuando las
enfermeras estaban ausentes, a sentir-se a gusto con ellos, su
relación con las enfermeras mejoró, se volvió más tranquila, más
serena, agradecida, parecía otra. Se sentía como la reina de la
sala, porque era la que tenía la cabeza más clara, más lúcida.
¡Qué alegría mostraba cada vez que nos veía entrar por la puerta!
La Tere pidió reanudar las clases de
inglés que estaba realizando antes de caer enferma, empezó a andar
un poco,… pero una caída al suelo como consecuencia de una
embolia estando en su habitación, llevó al médico a aconsejarle
que no volviera a intentar caminar. Sentada en la silla de ruedas y
empujándola por aquellas cuestas de la calle La Fosca, salíamos de
paseo por el barrio a tomar el sol, dábamos una vuelta por el
mercadillo semanal, tomábamos una cocacola, un helado, .... La gente
conocida del barrio, al verla, la saludaba con alegría y cariño. Si
hacía frío, bajábamos al bar de la residencia donde tomaba su
café, jugábamos al dominó, leíamos juntos el periódico del día,
hablábamos de cómo iba el mundo, de los amigos que la visitaban
(Fina, Ramiro, Ferran, Pepe Rodado, Pilar, Celia y sus compañeras de
Las AU, etc.), comentábamos la marcha de las Pastoral Obrera de
Badalona y Sant Boi, los libros que le llevábamos, que leía y
después comentábamos. Algunas veces visitábamos al Farrás y la
Victoria y comíamos juntos en el bar. Otras veces íbamos a ver al
Quique Roig, que vivía muy cerca de la residencia y participábamos
de la misa que oficiaba en la parroquia. Teresa formaba parte del
Equipo de Dolor de la HOAC, que creamos junto a Joan Morán, Joan
Bada, Enric Roig, …, que ofrecían sus sufrimientos y sus
oraciones por la clase obrera, por la Iglesia y por la Pastoral
Obrera.
Junto a la Tere, empezamos a conocer
a los y las residentes de la planta y también a algunos parientes
que venían a cuidar de sus familiares. ¡Cuántas lecciones hemos
aprendido de todos ellos y ellas! Para nosotros ha sido sin duda una
escuela de formación y de humanismo. Fruto de esta experiencia
fueron las dos publicaciones que hicimos: “Més enllà del
sofriment i la solitud” y “Los Equipos de Dolor. El secret amagat
de l'HOAC”. Con ellos queríamos trasmitir cómo amigos y conocidos
habían vivido con una fe y amor admirables situaciones de dolor y de
fragilidad y la necesidad solidaridad y comunión con ellos. También
nuestra colaboración en la publicación de los dos libros de
l'Enric Roig respondían a esta intención.
Una anécdota curiosa: Fui a verla con
motivo de cumplir 78 años, y me pidió que le ayudara a hacer unas
poesías para participar en la celebración de San Valentín que
hacían en la residencia. Ella me decía con alguna palabra suelta el
tema y la idea que quería expresar y yo iba redactando como mejor me
salía. Aquí tenéis dos de los poemas que hicimos:
ANIVERSARI
Avui la Tere fa 78 anys,
dóna gràcies a Déu
per tots els anys viscuts,
i espera viure’n molts més
amb alegria i salut.
SANT VALENTÍ
Avui, dia de Sant Valentí,
la Tere enyora un amor perdut
que molt l’ha feta sofrir,
i per això encara el seu cor
roman dolgut i ferit.
Nuestro último encuentro con Teresa
fue el día que venimos a despedir a l’Enric Roig. Pasamos a verla
y comimos juntos. Los dos amigos que teníamos en Trinitat Nova -el
Quique y la Tere- nos han dejado en un período de tan solo un mes.
Los dos están disfrutando de la vida plena de Dios y en comunión
con todos los santos. Descansen en paz.